Las comillas como signo ortográfico se utilizan mucho en la escritura, suelen ser dobles a excepción de si dentro de las mismas pondríamos otras, que en ese caso serían simples. También en los titulares de prensa se pueden utilizar comillas simples para destacar una palabra. Siempre que nos sea posible utilizaremos las comillas bajas o españolas.
Uno de los usos más habituales es para marcar citas textuales, resaltando de esa forma que el texto entrecomillado es de otra persona. En este caso se debe siempre hacer referencia al autor de la cita, bien mencionándolo directamente en el texto o con nota al pie, siguiendo un sistema de citas válido.
Si en el texto que estamos escribiendo queremos resaltar una palabra o expresión, porque nos estamos refiriendo a ella o es de uso coloquial, esta debe ir en cursiva. Por ejemplo: Ella siempre «habla por los codos», debería ser más reservada. Al encerrar la expresión entre comillas, estamos resaltando que es un uso coloquial. Los significados de palabras, también deben ir entre comillas, para dejar claro que es la definición de esa palabra en concreto.
Hay que tener en cuenta que las comillas siempre van pegadas, sin espacios, a lo que estamos entrecomillando, tanto al principio como al final. Después del cierre, debemos poner punto o coma, dependiendo de si lo que sigue tiene relación o no con lo que va entrecomillado.
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